
Para cantidades pequeñas, es suficiente una sierra de metal. Cuando se deba cortar mucho, es recomendable utilizar un disco que varía de 200 a 500 mm según el espesor de la pared. También para el corte es aconsejable un sistema de refrigeración de forma que se pueda desprender el polvo que cae. Para trabajos en seco es recomendable un aspirador.